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Satanás: El peor enemigo de la humanidad (parte 2 de 2)

Valoración:

Descripción: Exposición de los medios que utiliza Satanás para desviar a la gente y cumplir su objetivo a largo plazo de llevar al Infierno al mayor número posible de personas.

Por Aisha Stacey (© 2012 IslamReligion.com)

Publicado el 09 May 2019 - Última modificación 20 Oct 2016

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Objetivos:

·Aprender acerca de los motivos y la metodología de Satanás a fin de evitar sus trampas y trucos.

Términos árabes:

·Shaitan: Es la palabra utilizada en el Islam y en idioma árabe para referirse al demonio o Satanás, la personificación del mal.

·Al Azlam: Es la práctica de lanzar flechas sin plumas para predecir situaciones. Era frecuente en la Arabia preislámica (incluye cosas como echar a suertes y tratar de predecir el futuro).

Los medios utilizados por Shaitan para engañar a la gente

Hacer que las mentiras y los engaños sean atractivos. El Shaitan hace que la falsedad parezca verdad y que la verdad parezca falsedad. Esto lo logra plantando dudas en las mentes de las personas, del mismo modo que tentó a nuestros padres Adán y Eva. Susurros, dudas e ilusiones son parte de su paquete de trucos. Hoy en día vemos a muchos practicando actividades ilícitas, y a ellos les parecen atractivas y les dan nombres que atraen a las demás personas. Dios nos ha dado una gran línea de defensa: una vez nos equipamos con el conocimiento de las leyes del Islam, esto nos revela los planes de Satanás y nos deja claras sus intenciones.

Tentar a la gente al extremismo o la negligencia. Si Satanás encuentra que una persona es seria y cautelosa y trata siempre de hacer lo correcto, la tienta para que se vaya a los extremos. Le susurra que no duerma mientras los demás duermen, que no rompa su ayuno cuando lo hacen los demás, etc. Si Satanás ve que una persona es perezosa o que se inclina a tomar la vía fácil, la tentará a ser indiferente o negligente. Él anima a la procrastinación y la pereza. Para protegerse de ello, uno debe apegarse a la Sunnah del Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él).

Hacer promesas falsas. El Corán subraya esta estrategia maligna muchas veces y con mucho énfasis. “Shaitan les hará falsas promesas y les dará esperanzas; el demonio no hace sino engañar” (Corán 4:120).Satanás llena la cabeza de la persona con deseos vanos y caprichos, y mantiene a la gente ocupada trabajando en sueños y recompensas falsos. Esto los distrae de las cosas importantes y de trabajar por el Más Allá. Él convoca a la humanidad al pecado y la transgresión, mientras afirma estar dando consejo sincero.

Desviar gradualmente a la gente. Satanás hace que los pecados menores parezcan poca cosa, hasta que estos se apilan uno sobre otro. Siempre que Satanás engaña a una persona para que cometa un pecado, lo empuja hacia otro pecado, y luego hacia otro, y cada vez los pecados son más graves, hasta que la persona, finalmente, comete el peor de todos los pecados: descreer de Allah o atribuirle socios.

Hacer que la gente olvide es lo que más le conviene. Los seres humanos son olvidadizos. Esa es una característica que está en todos nosotros y que nuestro Creador conoce muy bien: Ya antes había tomado un compromiso de Adán [de no prestarse a los susurros del demonio], pero lo olvidó [y comió del árbol prohibido], no tuvo una resolución firme” (Corán 20:115). Satanás lleva esto un paso más allá hasta lograr que una persona olvide lo que es bueno para sí misma, así como qué cosas la llevan al pecado. Un ejemplo de esto es cuando escuchamos burlas sobre la religión de Allah; Él nos advierte que no tomemos parte en tales conversaciones, dice:

“Cuando veas a los que se burlan de Mis signos, aléjate de ellos hasta que cambien de conversación. Pero si el demonio te hace olvidar, cuando lo recuerdes no permanezcas reunido con los injustos” (Corán 6:68).

Hacer que la gente tenga miedo de sus aliados. Otra forma en que Satanás extravía a la gente es hacer que teman a sus tropas y aliados. Él se rodea de secuaces malvados, tanto yinnes como seres humanos, y hace que la gente crea que esos aliados suyos son poderosos y temibles, y que si no los obedecemos pueden dañarnos.

“Así [es la estrategia del] demonio, que intenta atemorizar a quienes lo siguen. Pero no le teman a él, sino que témanme a Mí, si son verdaderamente creyentes” (Corán 3:175).

Satanás desvía a la gente a través de lo que aman y desean. Satanás descubre lo que amamos o deseamos y lo usa en nuestra contra. Él también les pasa esta información a sus ayudantes y ellos nos atacan con las cosas a las que estamos apegados. ¿Con qué frecuencia nuestras plegarias son perturbadas por los pensamientos sobre nuestros hijos o cónyuge? ¿Cuántas veces no nos distraemos en las compras y retrasamos nuestra oración? Satanás percibe qué nos gusta y luego se pone a retorcer nuestros pensamientos.

Infundiendo dudas. Shaitan no quiere que nadie se vuelva hacia Allah arrepentido, lamentándose (por los errores pasados) e inclinándose hacia lo correcto y lo bueno. En lugar de eso, él quiere desviar a la gente lejos de Allah usando muchas clases de tentaciones y de argumentos sin fundamento. Él infunde dudas para hacer que la persona se sienta ansiosa y con incertidumbre.

A través del alcohol, los juegos de azar, la idolatría, la brujería y la adivinación. Aunque Allah nos advierte contra estas prácticas, los seres humanos son débiles y Satanás aprovecha esto haciendo que estas prácticas parezcan atractivas o valiosas. Él anima a la gente a involucrarse en estas actividades, porque ellas pueden llevar fácilmente a consecuencias negativas y malos resultados. La gente puede involucrarse en este tipo de comportamiento pensando que será divertido o interesante, y pronto encuentra que las consecuencias son muy distintas de ello. Los juegos de azar producen una adicción seria que destruye la riqueza y la vida; el alcohol causa enfermedades y hace que la gente se comporte como idiota y asuma comportamientos riesgosos; la idolatría está cargada de malas consecuencias y es el peor pecado de todos, pues se adora a otros en lugar o además de Allah; y creer en la brujería y la adivinación es una señal de pensamiento irracional, y una persona irracional no tiene control sobre sí misma. Satanás puede llevar fácilmente a situaciones perversas que alejen a la persona más y más de Allah.

“¡Oh creyentes! Los embriagantes, las apuestas, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte [por ejemplo] con flechas, son una obra inmunda del demonio. Aléjense de todo ello, que así tendrán éxito [en esta vida y en la próxima]” (Corán 5:90).

Fomentar la negligencia. Si el creyente se apega con firmeza al camino recto e invoca a Allah para que lo proteja, Shaitan no puede llevarlo por el mal camino ni engañarlo. Sin embargo, si es negligente o perezoso, Shaitan se aprovecha para atacarlo mientras sus defensas están bajas. Sumergirse en todos los aspectos del Islam es la manera de estar a salvo del Shaitan. Ser negligente en relación a las obligaciones islámicas nos mantiene alejados del flujo constante de la misericordia de Allah.

Cuando una persona crece fuerte en el Islam y su fe está firmemente arraigada en su corazón, es Shaitan quien teme.

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