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Nivel 4 :: Lección 4

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El shirk y sus tipos (parte 2 de 3)

Valoración:

Descripción: La postura islámica con respecto a asociar a otras deidades con Allah y atribuirles a otros ciertos aspectos que son exclusivos y únicos de Él. Parte 2: Continuación de las formas mayores del shirk.

Por Imam Kamil Mufti

Publicado el 09 May 2019 - Última modificación 31 Dec 2017

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Prerrequisitos

·La creencia en Allah (2 partes).

Objetivos

·Aprender sobre el shirk respecto al derecho de Allah de ser adorado, con ejemplos claros.

oShirk en el amor

oShirk en la súplica

oShirk en la obediencia

oDiversas formas de shirk

Términos árabes

·Shirk: Palabra que implica asociar copartícipes con Allah o conferir atributos divinos a otro que no sea Allah; o creer que la fuente de poder, daño y bendiciones viene de otro distinto de Allah.

·Du’a: Súplica, oración, pedirle a Allah por algo.

El shirk mayor: Shirk en el derecho de Allah a ser adorado

En esta categoría de shirk, los actos de adoración son dirigidos a otro distinto de Allah y la recompensa por la adoración se busca en la creación en lugar de en el Creador. Orar, inclinarse y prosternarse son actos de adoración reservados solo para Allah.

“Cuando suben a un barco [y son azotados por una tempestad] invocan solo a Dios con sinceridad, pero cuando los pongo a salvo llevándolos a la costa, vuelven a dedicar actos de adoración a sus ídolos” (Corán 29:65).

Ejemplos de shirk en el derecho de Allah a ser adorado

(1) Amar a Allah correctamente es adorarlo solo a Él. Una forma de shirk mayor es darle a alguien una parte del amor reservado para Allah. Él es el Único amado por Su propia causa. Dos cosas amadas por su propia causa no pueden coexistir en un mismo corazón. El amor a Allah es diferente del amor a los padres, al cónyuge o a los hijos, ya que se combina con un sentimiento de Su santidad y de temor a Él, y lleva a la persona a suplicarle, confiar en Él, tener esperanza en Su misericordia, temer Su castigo, y adorarlo únicamente a Él. Amar a otros como debe ser amado Allah es shirk en el amor. Un musulmán no debe estar atado a nada al punto de que ello esclavice su corazón. Los corazones se apegan al poder, al dinero, al lujo, a las mujeres, a la música, a las drogas y al alcohol, por nombrar solo algunas cosas. Esas cosas se pueden convertir en "dioses" en la vida de una persona, y esta las persigue día y noche, y una vez obtiene aquello que ama trabaja arduamente para complacerlo. Es por esto que el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a una mujer que adoraba el dinero que siempre sería miserable[1] y el Corán dice:

“Existen personas que toman en lugar de Dios a otros que consideran iguales [a Dios], y los aman como solo debe amarse a Dios; pero los creyentes aman más a Dios [de lo que estos aman a sus divinidades]” (Corán 2:165).

(2) Shirk en la súplica. Primero, la súplica o invocación (conocida en árabe como du’a) es parte de la adoración, pues el Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:

“La súplica es la esencia de la adoración” (Abu Dawud, At-Tirmidhi, Ahmad).

Pedir ayuda a los santos, a hombres justos fallecidos o ausentes es shirk mayor, ya que solo debemos buscar esa ayuda en Allah. Esto incluye rezar, invocar o suplicar a deidades falsas, profetas, ángeles, santos, ídolos, o a cualquiera distinto de Allah. Los cristianos le rezan a un hombre, el Profeta de Allah, Jesús, a quien consideran "Dios encarnado". Los católicos les rezan a los santos, a los ángeles y a María como la “madre de Dios”. También es shirk rezarle al Profeta Muhammad o a hombres virtuosos fallecidos creyendo que ellos pueden responder las súplicas, pues dice Allah:

“Diles: 'Me fue prohibido adorar aquello que invocan en lugar de Dios'” (Corán 6:56).

“Y jamás invocar en vez de Dios lo que no puede beneficiarme ni perjudicarme, porque si lo hiciera sería de los injustos” (Corán 10:106).

“Si ustedes los invocan, no oyen su invocación, y si oyeran no podrían responder. El Día de la Resurrección negarán que los hayan adorado, y no te informará nadie como Dios, Quien está bien informado de todo” (Corán 35:14).

(3) Shirk en la obediencia. Allah es el Único Gobernante de los asuntos de los seres humanos. Allah es el Legislador Supremo[2] y el Juez Absoluto. Él distingue el bien del mal. Así como el mundo físico se somete a su Señor, los seres humanos deben someterse a las enseñanzas morales y a la religión de su Señor, el Señor que separa el bien del mal para ellos. En otras palabras, solo Allah tiene la autoridad de hacer leyes, determinar actos de adoración, decidir la moral y establecer estándares de interacción y comportamiento humanos. Suya es la orden:

“Él es Quien dictamina las órdenes según Él quiere” (Corán 7:54).

“El juicio solo pertenece a Dios, Quien ordenó que no adoren a nada ni nadie excepto a Él; esa es la religión verdadera, pero la mayoría de la gente lo ignora” (Corán 12:40).

Obedecer a los líderes religiosos en asuntos de clara desobediencia a Allah es una forma de shirk mayor, pues Allah dice:

“Tomaron [los judíos] a sus rabinos y [los cristianos] a sus monjes y al Mesías, hijo de María, por divinidades en lugar de Dios” (Corán 9:31).

Pusieron socios junto a Allah, no rezándoles directamente, sino aceptando voluntariamente que sus rabinos y clérigos cambiaran lo lícito por ilícito y lo prohibido por legal en la religión de Allah. Les dieron a sus hombres religiosos la autoridad que solo tiene Allah: establecer la ley divina. Por ejemplo, el Papa de la Iglesia Católica Romana tiene la autoridad de determinar cómo debe ser adorado Dios. Él tiene autoridad total para interpretar, cambiar y cancelar tanto sus propias leyes como las establecidas por los papas anteriores, y determina el servicio litúrgico y el ayuno.

(4) Hacer un juramento por alguien distinto de Allah.

(5) Sacrificar un animal para venerar o complacer a alguien distinto de Allah, por ejemplo, a un santo.

(6) Circunvalar las tumbas de los santos. Inclinarse o prosternarse ante personas o ante tumbas.

(7) Temer a otros seres como solo Allah debe ser temido en cuanto a ser afligido con un castigo.

(8) Buscar ayuda sobrenatural y apoyo de otros distintos a Allah en lo que ellos no tienen capacidad de proporcionar, como pedirles ayuda a los ángeles o a los santos.

(9) Hacer de alguien un "intermediario" (intercesor) entre uno y Allah, rezándole y confiando en él.

Notas de pie:

[1] Sahih Al Bujari.

[2] La existencia de Dios probada por la existencia de un Legislador Supremo es denominada el argumento "ético" por parte de los teólogos occidentales.

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